Sonia Silvestre: “Estoy viviendo de mis logros musicales”

Véala el próximo 24 de este mes, junto a su amigo de siempre, Víctor Víctor, en el bar Lucía.

Sonia Silvestre retratada el martes en  su apartamento. (Kelvin Mota)

TRAYECTORIA
Celebra hoy 60 años de vida como una artista realizada

Por Máximo Jiménez - El Caribe
En el 1989, Sonia Silvestre publicó Yo quiero andar, quizás su más importante y último álbum de estudio.Desde entonces, la artista de Hato Mayor, que nació un día como hoy en San Pedro de Macorís, va a los escenarios con regularidad pero nunca como en la galopante primera década de su carrera en esos convulsos años 70 (en mayo pasado cumplió 42 años de trayectoria).

La artista que solía cantar a los poetas y que olvidó “cómo dar una entrevista”, con sorpresa pero con disposición accedió a este encuentro, no siente nostalgia de esos años dorados que fueron los 70 y los 80, y trata de vivir cada día como si fuera el último: leyendo un buen libro (acaba de leer a Saramago y una “biografía bellísima que sobre Borges”), compartiendo un trago con unos amigos, asistiendo a un espectáculo o a un concierto, porque “a mí me gusta disfrutar del arte”.

El éxito de Yo quiero andar, una producción que se le dio al natural trabajando al lado de Cholo Brenes, Luis Días y Manuel Tejada, le posibilitó trabajar un poco más allá del 1989, “estuve tocando durante toda la década del 90, porque la technobachata caló en la gente, y muchos otros artistas se interesaron a grabar bachata, como el mismo Juan Luis Guerra”, y el ritmo también caló en sectores de la sociedad en esos tiempos apáticos a esta música, gracias a canciones inolvidables como “Mi wachimán”, “Andresito Reina” o el tema que da título al LP.

Sonia Silvestre, ganadora de El Soberano de los Premios Casandra y otros reconocimientos importantes, se toma con filosofía que “la balada no está de moda en estos momentos”, por lo menos en lo que tiene que ver con artistas que marcaron época en el pasado, pero se manifiesta optimista con la vigencia del bolero: “El bolero es eterno”, sentencia sin dar concesiones para pensar en otra cosa. “La balada de los años 60 y 70 ya eso no está de moda, pero creo que los boleros no mueren, se siguen escuchando. Hay baladas que son eternas, que la gente sigue disfrutando, pero el idioma musical de esta época no va con la balada”, comentó en una entrevista con elCaribe previo a su cumpleaños.

Quisiera cantar otras canciones
Los estilos musicales van cerrando filas con los años, como todo en la vida. Un género que gusta mucho a la intérprete de “Ojalá”, el clásico obligado que no puede dejar de cantar en sus actuaciones en directo, (“ya estoy cansada de cantar las mismas canciones, pero el público las sigue pidiendo y uno se debe al público”, dice con resignación), es el rock en español, como esas mágicas melodías de Mecano, Soda Stereo, de los más clásicos, y de los contemporáneos la puertorriqueña Kanny García está haciendo música interesante. De los de aquí, “todo eso que vienen grabando los nuestros, que tiran un poco a lo tropical como Pavel Núñez, Janio Lora, Vicente García, Wason Brazobán, ¡ah, con Wason grabé una canción no hace mucho tiempo”, recordó la artista.

Para cualquiera que celebre 41 años en la música “está en una etapa de madurez”, subiendo al escenario sin la prisa que imponen los años de apogeo en principio, ya sea por fuerza de ganar dinero o por la agenda que trae consigo la popularidad, “es un tiempo suficiente para acumular público, mis fanáticos son fieles que pagan para verme cantar, y en estos momentos estoy viviendo de esos logros musicales” que acumula desde aquel día de mayo de 1970 cuando se presentó por primera vez en “Gente”, el programa que tenía Freddy Ginebra en Radio Televisión Dominicana (canal 4).

“Mi última actuación fue el 14 de julio en el aniversario de Casa de Teatro, me fue muy bien, la gente siempre responde cuando se anuncian mis presentaciones”, dice con el espíritu de una majestad inglesa y la tranquilidad con la que se pronuncia un discurso epicospal. ¿Qué se pierde con los años? “Pues la juventud”, contesta con seriedad, y tras un silencio de velatorio, lo repite con un dejo de sumisión: “Se pierde la juventud con los años, con eso te lo digo todo”.

A Sonia, como muchos recordarán, la música y la popularidad la sacaron de la universidad, donde estudiaba pedagogía. Eso de que llegó tras un recorrido tortuoso, de mucho trabajo y complicaciones, “como dicen muchos artistas”, no va con ella. “Siempre cantaba, todo el mundo sabía que me gustaba la música, pero nunca pensé que luego vendría todo lo que sucedió y mis familiares fueron los primero que se sorprendieron. Aquí estamos, 42 años después”, cantando con tanto entusiasmo como en el primer día. “Todavía disfruto subir al escenario, confieso que muchas de mis canciones ya estoy un poco cansada de interpretarlas, trato de variar un poco el repertorio, para que se diferencie de mis últimas actuaciones, pero no puedo mucho, el público siempre me pide lo mismo”, confiesa entre risas. Lo mismo viene a ser éxitos como “Ojalá”, “Para vivir”, “La tarde está llorando”, “Qué será de ti”, “Te regalo mi tristeza”, “Mi wachimán”, “Yo quiero andar” o “Quieres dormir y yo quiero andar”.

En 42 años pasan muchas cosas, también se logran otras. A Sonia le hubiese gustado grabar más discos, “nunca supe bregar con el mundo de los disqueros y la industria”, se lamenta y cree que hubiese sido una artista más realizada “con una discografía más amplia y variada, atrás quedaron cosas que no grabé”.

La Silvestre se considera una cancionera popular, lejos de ser baladista o intérprete del bolero. Siempre prefirió grabar composiciones de su agrado, que honraban el amor, un Silvio o un Pablo y hoy “me siento orgullosa de mi repertorio. Tengo canciones grabadas que me hacen sentir orgullosa”, dijo. Hoy, mientras el país asiste a la juramentación de un nuevo presidente, Sonia celebrará un año más de vida, “almorzando con mi familia”.

Sueño truncado
En mi juventud escribía poemas, hice algunas cosas, porque eso es lo que quería ser. Pero la música lo ocupó todo”.

Con Víctor Víctor en un junte que promete
Entre bares, la bohemia, los escenarios (alternativos), Sonia Silvestre sigue activa, cautivando con su carisma como siempre y los éxitos que todavía le permiten conservar una fanaticada leal a sus melodías. El próximo 24 de este mes, estará en escena junto a su amigo de siempre, Víctor Víctor, en el bar Lucía. “Allí haré lo de siempre, cantar, cantar, cantar lo que la gente me pide, es lo que sé hacer”, dijo.