Josefina Miniño seguirá llevando folclore a los más jóvenes

Pachico Tejada - pachico.tejada@listindiario.com
Santo Domingo
No cualquiera puede decir que tiene 60 años haciendo lo que le gusta. La profesora Josefina Miniño sí tiene ese privilegio. Y pese a lo que se pudiera pensar, parece que no tiene intenciones de dejar de hacerlo ya que se encuentra en la preparación de un nuevo proyecto.

Luego de 30 años al frente del Ballet Folclórico Nacional, al salir de la entidad no piensa sentarse, sino que planea continuar su lucha de enseñar baile y música tradicional, ahora desde otra trinchera.

“Todo lo que me quede por vivir quiero seguir inyectando ahora a las generaciones nuevas”, dice la artista quien presenta ahora la fundación Josefina Miniño Sembrando Folclore, una entidad que quiere llevar sus conocimientos a escuelas, casas culturales, universidades, instituciones comunitarias y otros espacios.

“Quería tomar otro rumbo donde todavía pueda sembrar folclore, interesar a la juventud en lo que es nuestra identidad”, sostiene en conversación con este diario, mostrando su perenne preocupación porque el sector de menos edad de la población tenga conocimientos del arte tradicional dominicano.

Consciente de que en este tiempo los más jóvenes se inclinan por ritmos del momento, no está interesada en atacarlos. “Pero tenemos que fortalecer, proyectar, sembrar el interés en ellos, de que tienen que conocer sus raíces”, insiste.

Su plan, según explica, crear células en los distintos espacios en los que ella serviría de guía, para que una vez se hayan formado los respectivos grupos folclóricos puedan volar con alas propias.

Este camino que la profesora Miniño inicia ahora tendrá su primer paso en un batey del ingenio Consuelo, de San Pedro de Macorís.

“Allí veo mucho interés, y voy a dejar el primer grupo formado”, asegura y que será un folclore didáctico, similar a un programa escolar.

En este primer núcleo dejará gu¨ira, tambora, acordeón y los tres instrumentos básicos de atabales.

Desde ahí saldrá a otros lugares.

Según explica, se siente sumamente feliz ya que asegura que ha dejado el Ballet Folclórico Nacional, con un grupo humano muy bien preparado, y que a nivel personal los califica de seres muy valiosos.